viernes, 29 de abril de 2011

Ya, y todavía, el 8º 29.

Mi vida... te quiero, te quiero porque eres el aire que alimenta mis pulmones, pulmones que tu aliento invaden en cada uno de tus besos, sintiendo que me regalas la vida.
Te quiero porque cuando tus preciosos ojos me miran, la sangre de mis venas se alborota deseando correr por las tuyas y juntarse asi en un mismo latido.
Te quiero porque cuando me hablas tu voz suena suave en mis oidos y llega hasta mis huesos, tierna, y los hace vibrar con la calidez de tu risa.
Te quiero porque porque me gusta sentir que por alguien como tu seria capaz de darlo todo, de cualquier cosa.
Te quiero porque me das el elixir de la vida, y mi vida sin ti es tan solo una ilusión perversa.
Te quiero porque me encanta que tus dedos se entrelacen con los mios, tus débiles quejas de mis besos traviesos, que saltes hacia mi, que me agarres, que te acerques, abrazarte, que sonrías con algo tan simple como un guiño de ojos.
Te quiero porque aquella noche, en aquel lugar, en aquel momento, de aquella forma, tan simple, sencilla, paraste el tiempo, mi tiempo. Por eso ahora mi corazon late descontrolado, intentanto reestablecerse, buscando orientarse, pero se orienta inevitable, incorruptible, hacia tu adorable sonrisa, hacia tu cara de ángel, hacia ti, princesa, y por ello vuelve a descontrolarse, y solo para con el recuerdo del roce, el contacto, la chispa, de aquel deseado beso.
Te quiero porque aunque no fueses tal y como te he descrito, tal y como eres para mi, aún así, no podría dejar de amarte, porque en realidad no sé porqué te quiero.


P.D: Te amo.




domingo, 24 de abril de 2011

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La herramienta que el creador recibe
descansa sobre el cuerpo del autor,
y con la esperanza de inventar un mundo mejor
escribe.


domingo, 3 de abril de 2011

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... Cuando todo es del color de sus ojos, cuando todo tiene el olor de su pelo, cuando lo único que necesitas es sentir su calor, cuando tus dedos no quieren otra cosa que no sea acariciar cada poro de su piel y deseas desesperadamente volver a probar el delicioso sabor de sus labios... cuando no hay nada tan maravilloso en el mundo como su adorable sonrisa.