miércoles, 29 de agosto de 2012

Veintinueve

Cuenta la leyenda que hace millones de años, en una tierra celestial, las almas de las personas eran hechas por unos seres puros e imperturbables nacidos del contacto de las nubes de tormenta con el sol del amanecer. Cuentan que una vez, mientras realizaban su laborioso trabajo, ocurrió algo muy extraño. Dos almas comenzaron a temblar y, como atraídas por una extraña fuerza magnética increiblemente fuerte, volaron la una hacia la otra y colisionaron produciendo un destello tan intenso que se notó en la superficie terrestre. Los seres, extrañados por aquel suceso, decidieron investigarlo, pero no encontraron ninguna respuesta, solo consiguieron separarlas de nuevo y ver que ahora cada una tenía la mitad de la otra. Cada una fue enviada a su respectivo dueño como si nada hubiera pasado. Nadie sabe ni sabrá nunca cuales ni quienes son los portadores de las almas, ni que pasaría si se encontraran. Aunque existe una teoría. La leyenda cuenta que, tal y como ya ocurrió, si las almas se encontraran, se produciría una extraña fuerza magnética increiblemente fuerte que las atraería haciendo que colisionaran. La intensidad del destello que produjeran sería tal que iluminaría el mismísimo cielo.