Lo más bonito del mundo, mi vida entera:
Lo siento, y gracias.
No sé en qué momento paré de escribirte. Espero que por ello no pienses que te quiero menos que entonces. Todo lo contrario.
Gracias por estar ahí cada momento de cada día. Por estar ahí, aquí y allá, en el coche, en el teléfono, en el mar. Gracias por todos los momentos que haces especiales, de algún modo, sin que me dé apenas cuenta.
Porque tú eres así, alma de aquarela de colores.
No tengo ni idea de como sería mi vida sin ti, ni me la quiero imaginar, ni puedo.
Sólo sé que yo, después de todo este tiempo, aún me sigo enamorando de tu sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario